15-1
Playoffs de la NBA. Los 16 mejores equipos de toda la temporada se enfrentan para decidir quien será el mejor. Equipos como Cleveland Cavaliers, con Lebron James a la cabeza, Oklahoma City Thunders, con Russell Westbrook o Houston Rockets, con James Harden están dispuestos a luchar contra los Warriors para ser campeones. Pero los Warriors, con Durant, Curry y compañía son difíciles de roer. Y más, si están entonados.
Comienzan los Playoffs ganando 4-0 a Portland sin apenas dificultades. Lo esperado.
En la siguiente ronda, repiten el mismo resultado contra Utah Jazz, 4-0. Les esperan en las finales de conferencia los San Antonio Spurs, que habían cuajado unos grandes partidos antes de medirse a los Warriors pero no iban a poder hacer nada. Otro 4-0. Los Warriors estaban haciendo historia. 12 partidos seguidos ganando, sin ninguna derrota y dando espectáculo en cada partido.
En las finales de la NBA se enfrentaban a Cleveland Cavaliers. Los Warriors tenían sed de revancha ya que Lebron y compañía les habían arrebatado el título la temporada pasada tras remontar un 3-1. Y no es para menos. El equipo de la Bahía de San Francisco sufrió una de las mayores remontadas de la historia de la NBA, por lo tanto, esta temporada no querían otra cosa que alzarse con el título de campeones.
Comenzaron las finales con la misma tónica de los anteriores partidos hasta ponerse 3-0. Solo a una victoria de colocarse campeones y ademas invictos. Pero el equipo de Ohio no lo iba a poner fácil. Ganaron el siguiente partido e hicieron recordar la temporada pasada.
Pero solo fue un espejismo. Los Warriors no dejaron crecer a los Cavs y ganaron el último partido. 15-1. Lo nunca visto en Playoffs. Nunca se había visto en el torneo final para alzarse campeón un equipo tan solido y bien armado. Tan superior al resto. Con tanta calidad y tan buen juego. Y así lo reflejaba su record: 15-1.
Comienzan los Playoffs ganando 4-0 a Portland sin apenas dificultades. Lo esperado.
En la siguiente ronda, repiten el mismo resultado contra Utah Jazz, 4-0. Les esperan en las finales de conferencia los San Antonio Spurs, que habían cuajado unos grandes partidos antes de medirse a los Warriors pero no iban a poder hacer nada. Otro 4-0. Los Warriors estaban haciendo historia. 12 partidos seguidos ganando, sin ninguna derrota y dando espectáculo en cada partido.
En las finales de la NBA se enfrentaban a Cleveland Cavaliers. Los Warriors tenían sed de revancha ya que Lebron y compañía les habían arrebatado el título la temporada pasada tras remontar un 3-1. Y no es para menos. El equipo de la Bahía de San Francisco sufrió una de las mayores remontadas de la historia de la NBA, por lo tanto, esta temporada no querían otra cosa que alzarse con el título de campeones.
Comenzaron las finales con la misma tónica de los anteriores partidos hasta ponerse 3-0. Solo a una victoria de colocarse campeones y ademas invictos. Pero el equipo de Ohio no lo iba a poner fácil. Ganaron el siguiente partido e hicieron recordar la temporada pasada.
Pero solo fue un espejismo. Los Warriors no dejaron crecer a los Cavs y ganaron el último partido. 15-1. Lo nunca visto en Playoffs. Nunca se había visto en el torneo final para alzarse campeón un equipo tan solido y bien armado. Tan superior al resto. Con tanta calidad y tan buen juego. Y así lo reflejaba su record: 15-1.
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